El Alcázar de los Reyes Cristianos, fortaleza y palacio de sólidos muros, encierra en su interior gran parte de la evolución arquitectónica de Córdoba.
Restos romanos y visigodos conviven con los de origen árabe en este majestuoso solar, ya que fue lugar predilecto de los distintos gobernantes de la ciudad. Cuando en 1236 Córdoba es conquistada por Fernando III el Santo, el edificio, que formaba parte del antiguo Palacio Califal, estaba totalmente asolado. Alfonso X el Sabio comienza su restauración, completada durante el reinado de Alfonso XI. A lo largo de la Historia se le ha dado múltiples usos, como Sede del Santo Oficio (Inquisición), o cárcel (en la primera mitad del siglo XIX).
Plaza Campo Santo de los Mártires
957 42 01 51
Martes-Viernes de 8:15-20:00
Sábados 9:30-18:00
Domingos 8:15-14:45
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