La adaptación de la genial comedia de Lope de Vega ha dado como resultado una versión -absolutamente respetuosa con la métrica original- que facilita la comprensión de un texto en verso para oídos poco acostumbrados al lenguaje del Siglo de Oro, buscando alternativas para palabras en desuso, alterando formas gramaticales hoy en día obsoletas y eliminando o variando algunas referencias que hoy en día han dejado de serlo.
Con una trama secundaria, se convierte en un espectáculo que entra en el género del Teatro dentro del Teatro, ya que se representa El Perro del Hortelano y, al mismo tiempo, se desarrolla una sátira amable sobre el mundo de las compañías en gira.