La autora cordobesa elisa ortega montilla, afincada en Barcelona, ha seleccionado para esta exposición un total de 25 piezas, entre las que destacan esculturas de madera talladas a mano y combinadas con ropa interior reutilizada, fotografías, piezas de videoarte y dibujos.
La escultora afirma: «Con mis obras quiero cuestionar el mundo que me rodea y sus estructuras sociales, de género y de poder; crear una realidad donde cuerpo, memoria, materia y política convergen en formas que invitan a repensar cómo habitamos, sentimos y recordamos». Las piezas presentes en Cosificando revelan precisamente esta preocupación por la sociedad, nutrida en parte por su experiencia como educadora social.
La exposición se despliega a lo largo de tres salas y, aunque abordan diversas cuestiones teóricas y temporales, las obras se vinculan a través de su materialidad y mediante un trasfondo feminista. La primera sección reúne trabajos tempranos que entrelazan madera y encaje, como The Knot (2017), su primera exploración escultórica en la que se integran textiles y soportes reciclados de forma abstracta. La serie Objectifying (2020-2021) «tiene el objetivo de cuestionar los imaginarios sobre los que se construyen los cuerpos binarios y subvertir ideas tradicionales y rígidas sobre el género y la sexualidad». Finalmente, Impresiones corporales (2024) marca un desplazamiento hacia un territorio más experimental que incorpora vídeo, fotografía y performance. En esta última sala, la artista otorga consentimiento y anima a la audiencia a coger, tocar y relacionarse físicamente con las esculturas.
Asimismo, la autora rompe los marcos artísticos convencionales para propiciar una conectividad social. En Cosificando, el público deja de observar pasivamente y se le concede permiso para quebrar la cuarta pared que sostiene el techo de cristal.